HAGO UN LLAMADO a los GUÍAS Espirituales de todos  las Iglesias existentes en el Orbe.

A los Sacerdotes, Pastores y Doctores de todos los Credos.

A los jerarcas, Fundadores y Directores de todas las Ordenes Místicas y Monásticas, a las Misiones establecidas en todas las latitudes.

A las hermandades  Blancas, Escuelas Iniciáticas, Cátedras Místicas, Filosofías, Centros Espiritualistas y de Investigación Esotérica Mística.

A la "Gran Fraternidad Blanca de la Humanidad "A los Dignos Magistrados de todos los Pueblos Libres. A los Estadistas. A los Emperadores, Reyes y Príncipes que conducen y Guían al conglomerado Humano.

Mi llamado Fraternal es para todos, sin excepción. Mi Gran Centro Universal lo es de todos los hombres de buena voluntad, que sientan el anhelo de vivir en Armonía y en Paz.

Al ofréceles hermanos del Universo, mis Enseñanzas en esta hora, es por SABER que se acerca el GRAN AMANECER. No vengo a trazar los caminos de tu Vida Libre, ni vengo para que me sigas, más bien quiero que seas tú quien descubras por tu bien cuan distintos son todos los caminos y tus propios caminos.

Para vivir la Vida Libre no hay que ponerse a la caza de misterios, enigmas ni secretos, solo hay que disponerse a vivir dentro de los rectos procederes y ser un benefactor con todos  vuestros hermanos...

Allí está la gran Clave de la Vida Feliz.

El gran camino es el de Servir con AMOR.

Vengo hasta los hombres con la sacra misión de abrir las 36000 códigos de vida que viven en ti, para que la luz eternal, espigue en cada ser que piensa y conocerán la VERDAD y se conocerán  a si mismo como la imagen exacta del Gran Ser que integra la Vida en todos sus aspectos en Perfección.

Hay muchos que anhelan que me haga presente en este retablo y entre los hombres como un ídolo más, ¿Cuál seria el móvil  de tal idea? ¿adorarme?  jamás lo permitiría, por estar en pugna con el espíritu de Liberación que me define  dentro de la Gran Eternidad. ¿Cómo puedo ser un ídolo, si precisamente vengo a convertir en una nulidad la idolatría? Siendo tal la Misión que me he trazado y lo cual considero un lauro sublime, ¿Cómo pueden ni siquiera  imaginarse que haya de convertirme en otro fetiche, para restar  soberanía  a mis hermanos de la tierra? 

En consecuencia no puedo ni debo engañarte, porque seria un acto de impiedad de mi parte; de manera pues que al traerte la Luz de la Liberación es justo que te done ese presente justo con mi Amor.

El que no esté dispuesto a compartir lo que hoy ha recibido en el banquete de todos y espera el día de mañana para salir a realizar la Obra, será victima de su propia negación y jamás conocerá la dulzura de Sembrar.

El... Hijo del Hombre.